Introducción
La disfunción del tibial posterior es una afección frecuente en personas con pie plano y pronación excesiva, lo que puede derivar en dolor y alteraciones biomecánicas. Un estudio realizado por Graham et al. (2011) analiza cómo la estabilización extra-ósea del talo-tarso puede reducir la tensión en el tendón tibial posterior y mejorar la función del pie. En este artículo, exploraremos la relación entre estas alteraciones y el papel de la fisioterapia y la podología en su tratamiento.
¿Cómo afecta la pronación excesiva al tendón tibial posterior?
El estudio de Graham et al. (2011) señala que una pronación excesiva puede provocar:
- Aumento de la carga en el tendón tibial posterior, favoreciendo la inflamación y el dolor.
- Colapso del arco plantar, lo que altera la distribución de fuerzas en el pie y la rodilla.
- Desbalance biomecánico, afectando la estabilidad y el rendimiento funcional.
Consecuencias de la disfunción tibial posterior
El deterioro progresivo del tibial posterior puede llevar a:
- Dolor en la parte interna del pie y tobillo.
- Debilidad en la musculatura estabilizadora del pie.
- Desviaciones posturales que afectan la marcha y la alineación de la extremidad inferior.
Tratamiento y estrategias terapéuticas
Para abordar esta disfunción, se recomienda:
- Estudio de la pisada: Evaluación biomecánica detallada para determinar la magnitud de la pronación.
- Plantillas personalizadas: Uso de plantillas a medida para mejorar la estabilidad del pie y reducir la sobrecarga en el tibial posterior. Puedes leer más sobre su importancia en nuestro artículo sobre sobrepronación y patologías asociadas.
- Ejercicio terapéutico: Fortalecimiento del tibial posterior y de la musculatura del pie.
- Terapia manual: Para mejorar la movilidad articular y reducir la tensión muscular.
- Podología en Madrid: Un podólogo especializado puede recomendar dispositivos ortopédicos para optimizar la alineación del pie y prevenir el deterioro del tibial posterior.
Prevención y cuidados
Para evitar la progresión de la disfunción tibial posterior, se recomienda:
- Uso de calzado con soporte adecuado para el arco plantar.
- Realizar ejercicios de movilidad y estabilidad para fortalecer la musculatura del pie.
- Evaluaciones periódicas con fisioterapeutas y podólogos para detectar desajustes biomecánicos.
El papel del fisioterapeuta en Madrid
Un fisioterapeuta en Madrid especializado en alteraciones biomecánicas puede diseñar un programa de tratamiento adecuado para pacientes con disfunción tibial posterior. En clínicas como Taller Humano, se combinan diferentes enfoques como la terapia miofascial, la punción seca y el ejercicio terapéutico para mejorar la estabilidad del pie y reducir el dolor.
Conclusión
La disfunción tibial posterior es una condición común en personas con pie plano y pronación excesiva. Un abordaje multidisciplinario basado en el estudio de la pisada, el uso de plantillas personalizadas y la fisioterapia puede mejorar la calidad de vida del paciente y prevenir complicaciones futuras.
Bibliografía
Graham, M., Jawrani, N., & Goel, V. (2011). Effect of extra-osseous talotarsal stabilization on posterior tibial tendon strain in hyperpronating feet. The Journal of Foot and Ankle Surgery. DOI: 10.1053/j.jfas.2011.06.015.





