El síndrome cruzado inferior es un patrón disfuncional postural caracterizado por la debilidad del glúteo mayor y el abdominal profundo, junto con la rigidez del psoas y la musculatura lumbar. Esta combinación de desajustes altera el control motor en lumbalgia, condiciona la postura y puede afectar la calidad de la marcha. Un reciente estudio de revisión (Zahari et al., 2024) ha analizado cómo estas alteraciones inciden en el patrón de marcha y su relación con los trastornos musculoesqueléticos crónicos.
¿Qué es el síndrome cruzado inferior?
Este síndrome, definido por Vladimir Janda, representa una relación cruzada de desequilibrios musculares que afecta a la zona lumbo-pélvica. La contracción excesiva del psoas y los erectores espinales se combina con una inhibición del glúteo mayor y los abdominales, generando una anteversión pélvica y un patrón de hiperlordosis lumbar.
Implicaciones del síndrome cruzado inferior en la biomecánica de la marcha
El desequilibrio generado por el síndrome cruzado inferior puede producir:
- Reducción del rango de extensión de cadera durante la marcha.
- Aumento de la oscilación del tronco por compensaciones.
- Mayor carga sobre la zona lumbar.
- Alteraciones en la cinemática del pie y el retropié.
Estos factores están directamente relacionados con alteraciones posturales en la pisada, que pueden observarse con un adecuado estudio de la pisada y análisis del control motor en movimiento.
Control motor en lumbalgia y marcha alterada
Uno de los aspectos más relevantes del estudio de Zahari et al. es cómo el síndrome cruzado inferior no solo modifica la postura estática, sino también la dinámica. El control motor en lumbalgia se ve alterado, provocando una estrategia de marcha menos eficiente, con aumento de la rigidez segmentaria, pérdida de disociación entre pelvis y tronco y un patrón de marcha adaptado que compromete la estabilidad global.
Intervención desde la fisioterapia en el síndrome cruzado inferior
Un fisioterapeuta en Madrid especializado puede abordar estos desequilibrios desde varios enfoques:
- Valoración del patrón postural y dinámico.
- Evaluación de la actividad muscular mediante test funcionales.
- Diseño de un programa de ejercicio terapéutico basado en la activación del glúteo, el control lumbopélvico y la extensión de cadera.
- Trabajo manual sobre musculatura hiperactiva (psoas, erectores) mediante terapia miofascial o punción seca.
¿Qué papel juegan las plantillas?
Cuando las alteraciones biomecánicas derivadas del síndrome cruzado inferior afectan al apoyo plantar, puede ser necesario utilizar plantillas a medida para mejorar la distribución de cargas y evitar compensaciones ascendentes. En Taller Humano realizamos un abordaje combinado entre la podología en Madrid y la fisioterapia, adaptando las plantillas personalizadas al patrón clínico y funcional de cada persona.
Puedes profundizar en este enfoque combinado en nuestro artículo sobre plantillas personalizadas y postura.
Pautas de tratamiento funcional en el síndrome cruzado inferior
- Movilización y estiramiento activo del psoas.
- Activación progresiva del glúteo mayor y medio.
- Reeducación de la marcha con énfasis en la extensión de cadera.
- Fortalecimiento del core profundo.
- Estabilización de la pelvis en tareas funcionales.
Terapia manual como complemento
La terapia manual es un recurso útil para mejorar la movilidad de la cadera, disminuir la tensión fascial y preparar al sistema para el trabajo activo. En algunos casos, la punción seca puede ser necesaria para abordar puntos gatillo específicos en el cuadrado lumbar, el psoas o el piramidal.
Prevención y educación postural
Parte fundamental del tratamiento consiste en enseñar a la persona a identificar y corregir sus patrones disfuncionales. La educación postural, combinada con el entrenamiento de la conciencia corporal y la respiración diafragmática, permite consolidar los cambios conseguidos en el tratamiento activo.
Conclusión
El síndrome cruzado inferior y la marcha están íntimamente relacionados. Un abordaje clínico completo debe tener en cuenta el control motor en lumbalgia, las alteraciones posturales en la pisada y la integración de herramientas terapéuticas como el ejercicio terapéutico, la terapia miofascial y el diseño de plantillas personalizadas cuando sea necesario. La fisioterapia avanzada permite restaurar la funcionalidad y prevenir recaídas a través de una intervención individualizada, eficaz y basada en la evidencia.
Bibliografía
Zahari Z, et al. Motor control on gait performance among individuals with lower crossed syndrome: A review. J Back Musculoskelet Rehabil. 2024;37(2):305-312. doi: 10.3233/BMR-230011