Dolor lumbar en verano: cómo influye el calor y el mal descanso

El dolor lumbar en verano puede intensificarse por factores que muchas veces pasamos por alto: el calor, la mala calidad del sueño y el impacto acumulado del estrés térmico en el cuerpo. Aunque este dolor se suele asociar a posturas prolongadas o esfuerzo físico, cada vez hay más evidencia que vincula el aumento de temperatura y los trastornos del sueño con la lumbalgia crónica.

Un reciente estudio en cohortes (Campanini et al., 2022) ha demostrado que existe una relación bidireccional entre la calidad del sueño y el dolor lumbar, especialmente en climas calurosos. Esto nos obliga a replantear cómo tratamos la lumbalgia en los meses de verano y a adaptar nuestras estrategias terapéuticas.

El calor como factor que agrava el dolor lumbar en verano

Aumento de sensibilidad y alodinia por temperatura

Cuando el calor ambiental es persistente, el cuerpo pierde eficacia en los mecanismos de recuperación. La vasodilatación constante, la deshidratación ligera y el aumento de temperatura central pueden sensibilizar el sistema nervioso, haciendo que estímulos normales se perciban como dolorosos. Este fenómeno, conocido como alodinia térmica, puede amplificar molestias ya existentes en la zona lumbar.

Peor descanso y mayor percepción de dolor

La relación entre el mal descanso y el dolor lumbar en verano es clara: dormir con calor interfiere en las fases profundas del sueño, que son fundamentales para la regeneración muscular y la modulación del dolor. El estudio citado demostró que una peor calidad del sueño empeora la percepción de dolor al día siguiente, generando un círculo vicioso difícil de romper.

Hábitos que empeoran el dolor lumbar en verano

Malas posturas al dormir y colchones demasiado blandos

Las noches calurosas suelen provocar movimientos frecuentes, posiciones extrañas o incluso dormir sin soporte lumbar adecuado. Esto puede agravar desequilibrios musculares existentes o generar nuevas molestias en personas predispuestas.

Sedentarismo por el calor extremo que influye en el dolor lumbar en verano

Cuando las temperaturas suben, es habitual reducir la actividad física. Sin embargo, el movimiento es clave para mantener la columna vertebral en buen estado. En Taller Humano, centro de fisioterapia en Madrid, observamos cada verano un aumento de consultas por dolor lumbar en verano, muchas veces relacionado con la disminución del ejercicio regular.

Estrategias desde la fisioterapia para mejorar el dolor lumbar en verano

Ejercicio terapéutico adaptado al clima para combatir el dolor lumbar en verano

Programar un ejercicio terapéutico suave y funcional en horarios frescos (mañana o tarde-noche) es una forma efectiva de reducir la rigidez muscular sin sobrecalentar el cuerpo. El objetivo no es entrenar duro, sino moverse con criterio para evitar el estancamiento articular y vascular.

Terapia miofascial y técnicas manuales para el dolor lumbar

En los casos donde el dolor persiste, la combinación de terapia miofascial y terapia manual específica puede ayudar a desbloquear tensiones acumuladas y mejorar la circulación local. Estas técnicas, aplicadas de forma precisa, son ideales para los cuadros de hipersensibilidad lumbar provocados por la combinación de calor y mal descanso.

Cómo dormir mejor en verano si tienes dolor lumbar

Consejos prácticos para mejorar la postura y el entorno

  • Usa sábanas ligeras y transpirable.
  • Apoya una almohada debajo de las rodillas si duermes boca arriba.
  • Evita colchones demasiado blandos que generen colapso lumbar.
  • Refresca la habitación antes de dormir para mejorar el sueño profundo.

Pequeños ajustes pueden marcar una gran diferencia. Además, si hay molestias musculares acumuladas, una sesión de punción seca puede ayudar a desactivar puntos gatillo activos que dificultan el descanso.

El papel de la pisada y el calzado en la lumbalgia veraniega

Aunque el foco suele ponerse en el calor y el sueño, hay otro factor poco mencionado: el cambio de calzado durante el verano. Muchas personas abandonan su calzado habitual por sandalias sin soporte o directamente van descalzas, lo que puede alterar el patrón de carga y provocar compensaciones que afectan la zona lumbar.

Realizar un estudio de la pisada y valorar la necesidad de plantillas personalizadas o plantillas a medida puede ser útil para quienes notan un incremento del dolor lumbar en verano al caminar más o con otro calzado.

👉 Puedes leer más sobre cómo el estrés influye en el dolor lumbar y cómo abordarlo desde la fisioterapia en este enlace sobre dolor lumbar y estrés.

Preguntas frecuentes

¿Por qué me duele más la espalda cuando hace calor?
El calor afecta al sistema nervioso y empeora el descanso, lo que puede aumentar la percepción del dolor lumbar.

¿Es recomendable aplicar calor o frío en verano?
Aunque pueda parecer contradictorio, en verano muchas personas responden mejor al frío local para aliviar zonas de dolor agudo.

¿Las plantillas pueden ayudar si el dolor empeora al caminar?
Sí, especialmente si el cambio de calzado o una alteración biomecánica está implicada en el origen del dolor.

Conclusión

El dolor lumbar en verano es un problema frecuente que no debe subestimarse. La combinación de altas temperaturas, peor descanso y cambios de rutina puede agravar lumbalgias crónicas o generar nuevos episodios. Desde la fisioterapia podemos ofrecer estrategias eficaces como el ejercicio terapéutico, técnicas manuales específicas, estudios de pisada y asesoramiento postural. Adaptarse al calor es también cuidar la columna.


Bibliografía

Campanini MZ, González AD, Andrade SM, Girotto E, Cabrera M, Guidoni C, Araujo PCA, Mesas A. Bidirectional associations between chronic low back pain and sleep quality: A cohort study with schoolteachers. Physiol Behav. 2022;254:113880. doi:10.1016/j.physbeh.2022.113880

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